martes, 13 de noviembre de 2012


UNA LARGA MARCHA



SI QUIERO VIVIR
NO ME QUEDA OTRA ALTERNATIVA
QUE CONTINUAR HACÍA ADELANTE


El pueblo de Israel debió recorrer un largo camino
para llegar a la tierra prometida.
El camino hacia ella se inició la noche 
en que Dios ordenó la salida.
Según el mandato divino
sacrificaron y comieron un cordero.
Con su sangre debían teñir los dinteles 
de la puerta de sus casas.
Así, la sangre del cordero fue la que los salvó y su carne,
la que les dio fuerza para la marcha.
Dios quiso que Israel caminará errante por el desierto, 
que viviera en él durante cuarenta años y,
también, que pasara a través del mar Rojo
para que tuviera una experiencia de muerte y resurrección.
El ingreso a la tierra prometida,
también se hizo a través de un  paso; el del río Jordán.
Dios separó las aguas del mar Rojo
como las del río Jordán para dejar pasar a su Pueblo.
Luego que hubieron pasado,
las volvió a unir para que los israelitas
 ya no pudieran retroceder.
Les resultaba más costoso regresar sobre sus pasos
que continuar el camino hacía adelante.
Así nos sucede a menudo en nuestra vida.
Nos vemos obligados a proseguir el camino,
a seguir siempre hacía adelante,
en la conquista de nuestra personalidad.













lunes, 12 de noviembre de 2012



ES PREFERIBLE
TENER EL ALMA DOLORIDA
DE TANTO BUSCAR,
QUE TENERLA EN PAZ
POR HABER RENUNCIADO
A LA BUSQUEDAD




La experiencia de "éxodo", es decir, de salida, nos es común a todos. ¿Quién nunca tuvo que renunciar a algo que le era muy querido: al cariño de los padres, al ambiente en que se vivieron los mejores años de la vida, a las cosas que han sido nuestras, etc.? Es lo que le sucedió al famoso y conocido poeta francés Jacques   Riviére:

A la escasa edad de diez años queda huérfano de madre, "de la que, treinta años más tarde aún no podría hablar sin un temblor en la voz".
En el momento que se consuma esa separación, "desaparece de él toda confianza en la vida, le invade esa muda desesperación, ese regusto por la nada, que se manifestará en los años siguientes".
Jacques tiene quince años cuando su padre se vuelve a casar, y la segunda esposa exige la ruptura con todo lo que puede recordar el pasado: Los antiguos y fieles servidores fueron despedidos, la casa natal y la finca, vecina a la de sus abuelos, fueron vendidas con todos los muebles, incluso los juguetes de los niños. Desde entonces, Jacques se vio privado de visitar a los familiares de su madre, en donde era tan mimosamente recibido.
A la silenciosa desesperación de Jacques, se añadió la rebelión propia de sus años de adolescencia, que hicieron de esa etapa de su vida una noche total.
La ruptura con todo lo que es su mundo de la infancia abre en él una llaga punzante, llaga que no llegará a cerrarse jamás porque por sobre todo busca la Verdad, la única que dará una respuesta a su vida.
En una de sus cartas leemos: "... hay en mí, vigilando desde el principio de mi vida, una terrible inquietud  que a un tiempo me alienta y me impide el reposo: una inquietud que lo mismo me arrebata en transportes de gozo como de desesperación, una inquietud infatigable. Yo he buscado la solución en los libros. . . pero mi inquietud me advertía que no era posible detenerse ni satisfacerse; que hacía falta desgarrar mi amor y sufrir y seguir buscando, siempre anhelante. . . hasta poseer verdaderamente a Dios".


miércoles, 24 de octubre de 2012


UN PASO… Y OTRO PASO


¡PUEBLO DE DIOS,
MARCHA SIN TEMOR,
PORQUE EL SEÑOR ESTA CONTIGO!
(Salmo 123)



Pascua significa "paso". Porque soy peregrino la "pascua" tiene una gran importancia en mi vida. Siempre estoy en ocasión de "pasar".  Toda mi vida es un continuo dinamismo. Pasé de la infancia a la adolescencia, de ésta pasaré  a la juventud, y más tarde, a la edad adulta. Son todos pasos que di y seguiré dando a lo largo de mi vida.
Pascua es siempre morir a algo y, a la vez, vivir o nacer a algo nuevo. Es un paso de la muerte a la vida.
De ello nos hablan varios episodios bíblicos.
Cuando Dios elige a Abraham para hacerlo Padre de su pueblo, le dice:
"Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre y encaminate  hacía  el país que yo te indicaré" (Gén. 12,11).
Pasados unos siglos, cuando los israelitas se convirtieron en esclavos de los egipcios, Dios decide liberarlos, y para ello, les ordeno una salida. Leemos en la Biblia este episodio del éxodo:
"Partieron pues los hijos de Israel en número de unos seiscientos mil adultos de a pie, además de los niños. Partió también con ellos gran muchedumbre de gentes , y ovejas y bueyes en gran cantidad. Cocieron panes ácimos de la masa sacada de Egipto, porque no había podido fermentar por la prisa que les dieron para salir..." (Ex. 12,37-31).
Éxodo significa "salida". Cada vez que en nuestra vida diaria, para ser fieles a Dios tenemos que salir de nosotros mismos, de nuestra comodidad, de nuestro egoísmo etc. vivimos un éxodo.

lunes, 22 de octubre de 2012


COMO ESTAS?

Quise escribirte esta carta para decirte que te amo. Te vi cunado conversabas con tus amigos , estuve esperándote todo el día, deseando que me llamaras para ver si querías conversar conmigo y como la noche se acercaba  y ya estaba oscureciendo, supe que no me llamarías.
Te diste cuenta que te obsequié un día hermosisimo?  También espero que hayas apreciado el viento de la tarde  que hoy seguro te hizo descansar, y seguí esperándote. Nunca te vi llegar.
Por supuesto me dolió y sin embargo deseo decirte que te quiero. Te empezabas a dormir en la noche y decidí no despertarte, sino más bien enviarte un rayo de luna que iluminó tu cara y  tu almohada y ahora estoy aquí para ver si ahora si conversamos; tengo tantos regalos que darte.
Hoy te levantaste tarde, como pudiste te arreglaste con rapidez y te fuiste a los quehaceres diarios, no te acordaste de llamarme de nuevo y esta vez lloré. Estaba triste y te vi tan solo, que me causaste un profundo dolor porque te comprendo, tus amigos te olvidan y por supuesto me duele, porque sucede muy a menudo, pero no obstante debes saber que YO TE AMO.
Si sólo te decidieras a hablar conmigo y me oyeras, Qué feliz me harías! Trato de decírtelo donde quieras que vas, cuando miras hacía el cielo azul, cuando miras hacía la tierra, hacía las plantas y me doy cuenta que no me has escuchado.
Te digo algo con el susurro de las hojas de los árboles, en el aroma de las flores, te grito cuando vas de paseo por el río en la voz de las cascadas, te obsequio el canto de los pájaros,  te envío diariamente, sin que te des cuenta, el vestido calientito del sol y el perfume de los pinos del campo. El amor  que siento por ti es lo más grande y lo más sublime que tu corazón  pueda llegar a imaginar, si solamente tuvieras idea de lo mucho que deseo ayudarte. Tengo miles de cosas que compartir contigo, pero... De acuerdo... Ya no te voy a molestar, eres libre, escoge lo que mejor te convenga, es tu decisión, pero eso si, yo ya te escogí  PARA MI.
Para despedirme quiero pedirte un favor: que en ningún momento te olvides de mi porque yo te quiero, porque se esperar y porque te amo.

TU AMIGO: JESUCRISTO.




domingo, 21 de octubre de 2012


      ¿
HACÍA
          DONDE
      CAMINAS
                ? 

En esa conquista diaria por adquirir tu personalidad, sueles vivir momentos de desconcierto. No siempre ves claro el horizonte hacia el que caminas . No obstante hay alguien que sabe muy bien hacia dónde te conduce, sirviéndose de tus propias aspiraciones.


También los Israelitas, para adquirir su propia fisonomía como pueblo, tuvieron que peregrinar largamente por el desierto. Dios les exigió renunciar a una tierra, a sus habituales ocupaciones, a sus ídolos. Ellos tampoco conocían la meta hacía la cual Dios los conducía.

Dejar algo conocido por algo incierto o nuevo, supone siempre un riesgo. A menudo nos sentimos tentados a tomar el camino más corto o más fácil, pero no siempre es el mejor o el más conveniente.

Nuestra vida está señalada por etapas, pero nuestra meta es una sola: Dios. Somos hombres peregrinos de eternidad.



ME ENSEÑARAS
EL SENDERO DE LA VIDA,
ME LLEVARAS
A TU PRESENCIA,
Y GOZARE SEÑOR
JUNTO A TI
DE LA ETERNA ALEGRÍA.
(Salmo 15).



sábado, 20 de octubre de 2012



ÁBREME  SEÑOR  LOS  OJOS



Ábreme, Señor los ojos 
y contemplaré las maravillas de
tu voluntad.
Veré la transfiguración de mi
camino
y veré brillar las estrellas
en los rincones oscuros 
y notas armoniosas alegrarán mis
tristezas
la Cruz será bandera de triunfo
las penas serán manantiales de
energía
todo, todo es bendito
las dificultades, el cansancio,
las contradicciones, la incomodidad,
la necesidad, el sufrimiento
todo es maravilloso
porque todo conduce hacía ti.
"Dios me ciñe de valor
y me enseña el camino perfecto".
Sé que la vida que espero me 
exige mucho,
me desacomoda lo que ahora
tengo y soy
pero confío en  el poder de Cristo,
confío en que él me llama,
él me ama,
él me encomienda seguirle.
Pero Señor, que yo vea
ábreme los ojos.
Soy un pobre ciego que no ve más
allá
de lo que le conviene.
Que pueda descubrir tu presencia
en cada instante,
y que sepa ser fiel a tu voluntad,
tú eres lo más importante
tú eres lo único necesario